miércoles, 9 de noviembre de 2011

Evasiones


- ¿Bueno, pero podrá hacerlo, si o no?
La mujer que hablaba era Verónica. Pese a su edad madura, mantenía una bonita figura. Con su largo pelo color caoba, sus senos que aún se mantenía firmes, sus nalgas que si bien empezaban a caerse aún era redondo gracias a las horas de gimnasia, era una mujer bella y atractiva.
Miraba al hombrecillo que había detrás de la mesa, a través del humo de su cigarrillo. Fumar era de los pocos vicios que se permitía, dado que el precio del tabaco había subido tanto que sólo unos pocos adinerados podían inhalar el humo su humo. Desde que en la Tierra empezaban a escasear los recursos naturales, sólo los que tenían una inmensa fortuna podían vivir entre lujos y permitirse caprichos que siglos antes estaba al alcance detodos.

- Bueno, usted ya sabe lo que hay. El gobierno ha prohibido...
- El gobierno lo prohíbe todo, Sr. Gory. Se piensan que saben más que nosotros, que tienen que cuidarnos. Pero justamente tantas prohibiciones nos está llevando al aburrimiento. Me permito ciertos caprichos: tabaco, alcohol... y sexo.
- Entonces una mujer como usted no...
- ¿Una mujer como yo qué? Si, en una hora pudiese tener a cualquier hombre que quisiera. Podría disfrutar de él todo el rato que mi dinero pudiese pagar. Podría ir a las lunas de Orion y participar en una orgía que durase semanas. Pero todo eso ya lo he hecho. Quiero algo más. Lo quiero a él.
- Ya sabe que desde que el gobierno lo prohibió, prescindimos de sus servicios.
- ¿A quien pretende engañar? – Dijo mientras arrojaba una bolsa encima de la mesa – Aquí tiene un millón de créditos. Será suficiente y más de lo que valdría.

El hombrecillo miró la bolsa. Por ese dinero él mismo le daría todo el placer a esa mujer.¡Incluso lo haría sin cobrar! Pero era mucho dinero. Si bien su negocio le dabamucho, había los malditos impuestos... tenía una agencia que buscaba evasiones para el aburrimiento. Al final la mayor parte de las actividades eran sexuales. Pocos querían ir de cacería en tierras marcianas. Todos buscaban orgías, sexo, frenesí desmesurado para olvidar el aburrimiento. Cogió la bolsa.
- Que sepa que esto... no será oficial. Quedará entre usted y yo. Y no podrá reclamar nada, no hay documentos ni nada que nos relacione. – Le dio a la mujer una especie de tarjeta de crédito, blanca excepto por la banda magnética – Este es su pase. Pone la dirección donde tiene que ir. Una vez lo haya utilizado para entrar y salir sé autodestruirá, así no quedaran pruebas. Usted y yo no hemos tenido nunca esta conversación.

- Gracias – dijo la mujer – no se preocupe por nada.
- Espero que sepa lo que hace. La última mujer que lo probó ahora está muerta, por eso el gobierno lo prohibió. Y yo no quiero problemas.
Verónica salió de las oficinas de Evasiones Terrenales. Por fin lo había conseguido. Regresó a su casa. Nada más entrar una bola peluda fue a recibirla.
- ¿Hola Ultra, te has portado bien, cariño? – Ultra era su gato, la única compañía que se había mantenido estable en los últimos años.- ¿Tienes hambre, vida? Ahora te abro una latita, amor.

Una vez un tipo le dijo que si se mostraba igual de cariñosa con los hombres como lo hacía con sugato, encontraría marido. Verónica se lo quedó mirando fijamente, decidió que ese hombre no pasaría por su cama y con una excusa lo puso de patitas en la calle.
Puso la tarjeta en el lector. La pantalla le mostró la dirección y la hora dónde tenía que ir.“Perfecto” pensó “ me da tiempo de arreglarme.” Verónica fue al cuarto de baño. Se despojó de toda su ropa y me metió en la ducha. Dejó que el agua caliente rozara su cuerpo, ese cuerpo que muchas mujeres envidiaban y muchos hombres deseaban. Ella estaba orgullosa de su figura, muchas horas de gimnasia con su monitor... esbozó una sonrisa, muchas horas, pero casi nunca acaban los ejercicios previstos, siempre terminaban los dos desnudos, eso sí, muy sudados...
Se vistió para la ocasión, aunque sabía que lo de menos era la ropa que llevara, pero le gustaba vestirse bien, para lucir sus curvas. Salió a la calle y cogió y cogió un taxi.


Quiso provocar al taxista pero recordó que hacía poco los habían cambiado por meros androides. Eran más seguros y fiables, decían. Aunque los que perdieron el empleo decían lo contrario...

Llegó a la dirección indicada. Se trataba de una vieja tienda abandonada, una tapadera perfecta, pero tan evidente... quizás por eso era el escondrijo adecuado. Puso el pase en la puerta y está se abrió con muchos chirridos. Entró, las luces automáticas se encendieron, pero ella no veía a nadie. Anduvo por la habitación, hasta que se fijó en una puerta. Ésta se abrió, nada más acercarse, y vio que se trataba de un ascensor. Montó dentro y apretó el único botón que había. Se cerró la puerta y el ascensor descendió. No sabía exactamente cuántos pisos, estuvo unos minutos allí dentro, hasta que el viaje llegó a sufin. Se volvieron a abrir las puertas y salió del cubículo. Y allí estaba...¿cómo podía definirlo? ¿El? ¿Esa cosa? ¿Esa babosa espacial?

Si lo que decían de esos seres era verdad, conseguiría el máximo gozo en una experiencia sexual. Los llamaban babosas espaciales, desde que tuvieron el primer contacto hace años. Otra raza en el Universo, pero con la peculiaridad de que su sexualidad era desmesurada, podía gozar y hacer gozar durante horas. Eran telepáticos, osea que sabían exactamente qué hacer para dar placer, y en el momento del orgasmo eran capaces de conectar las mentes y de esa manera se gozaban de dos orgasmos, el propio y el de ellos. Era una experiencia que pocos podían olvidar. Además de tener una gran resistencia, por lo que podían estar mucho tiempo haciendo sexo.
Se acerco al extraño ser. Y notó una voz en su mente. Ven, no tengas miedo... Era como secomunicaban, telepáticamente. Verónica se acercó. El ser estaba tumbado en el suelo. Y si, parecía una babosa, pero muchísimo más grande, mediría como unosdos metros, y no se le veía ninguna cara ni ojos ni extremidades. Quedó a un par de metros de ella. ¿Que se supone que tenía que hacer? No hagas nada - volvióa decirle la voz - Desnúdate, estarás más cómoda. Ella se fue quitando la ropa. No sabría cómo explicarlo, pero no sentía ni repulsión ni asco, al contrario,se estaba excitando. Al quitarse el tanga lo notó húmedo. ¿Era ese ser que lecontrolaba las emociones telepáticamente o es que se había excitado por lasituación?

Ven hacia mí – oyó decirle la voz – Ponte encima de mí, no tengas miedo. No, si miedo no tenia, loque tenia era el corazón bombeando fuerte, la concha humedeciéndose pormomentos y un deseo sexual intenso. Se puso encima de la babosa. Ella pensó quetendría un tacto viscoso, pero al contrario, su piel era suave, tibia, y poco apoco la fue envolviendo. Era tan agradable estar ahí... el cuerpo del ser laenvolvía cuidadosamente, como arropándola, y ella notó como su piel sufría unligero masaje, causándole un gran placer. Era recibir un masaje, pero en todoel cuerpo a la vez. Se abandonó a las sensaciones placenteras que le producíaese ser. Eso es, relájate, disfruta, goza. – Le dijo la voz. Y vaya si lohacía! Recibía las caricias justo donde deseaba, con la presión adecuada. Pocoa poco ese placer se convirtió en lujuria. Notó como una extremidad del ser seformaba entre sus piernas. Era una especie de pene, que luchaba por entrar en sugruta. Abrió las piernas y dejó que entrara dentro de ella. Pero no lo hizo,porque ella lo que deseaba era aumentar la excitación, notando como se movíaarriba y debajo de su abertura, incrementando el deseo, como a ella le gustabahacer. Y así pasó. El ser leía su mente y le hacia lo que ella deseaba. ¡Eragenial! Pensó Verónica, no tengo que decir nada, él sabe exactamente lo quequiero, cuando y como. El miembro jugó con su concha entrando, saliendo,bombeando fuerte o lentamente según los deseos de Verónica.

Luego notó comootro miembro le rozaba el ano. Delicadamente la penetró, sin daño, y luego, amedida que la excitación de ella subía, fue aumentando de tamaño, provocándoleolas de placer. Otro miembro creció cerca de la boca de ella, y lo engulló comosi se tratara de un pene, a ella le encantaba chupar, lamer, morder las pijasde sus amantes, e hizo lo mismo, lo devoraba con glotonería lujuriosa. Eramaravilloso estar ahí, con todos sus agujeros penetrados, con toda su pielmasajeada, acariciada, gozando como nunca. Y notaba como su excitación, sugozo, se disparaba. Y entonces empezó lo mejor. Notaba su gozo, pero también,dentro de ella, notaba el gozo de ese ser. Estaba experimentando lo que sedecía de esas babosas, compartía la excitación de él, multiplicando lassensaciones, llegando a un éxtasis casi infinito. Verónica perdió la cuenta desus orgasmos, se sucedían uno detrás de otro, sin parar.

Perdió la noción del tiempo, perdió cualquier barrera que nunca hubiese podido tener en cuestiónde goce sexual. Su mente divagaba sin control, uniéndose al goce de esa babosa,era el paraíso del placer. Y al fin llegó, llegó el momento en que las dos mentesse unieron en su totalidad, el gozo de él era el suyo propio, notaba el placerque el ser recibía de ella, el gozo de acariciar su piel, de sus miembrospenetrándola. Verónica sintió temblar todo su cuerpo, jadeaba, gritaba, seretorcía, su concha ya no era húmeda, era un río de jugos, sus caderas semovían sin parar, ya no se limitaba a un goce físico, era un goce mental, losdos juntos, mente con mente gozando uno del otro, uno con otro.

Verónica perdió elconocimiento, o eso supuso, porque despertó aún envuelta en el cuerpo de lababosa. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Horas, días, meses? Hemos gozado muchos,los dos juntos – oyó decirle la voz – Será mejor que te marches. A Verónica lehubiese gustado quedarse, no separarse jamás de ese ser, para poder disfrutarcada día, cada noche... pero tenía que irse. Se vistió, cogió el ascensor yvolvió a estar en la calle. No tomaría ningún taxi, quería dar un largo paseo,para recordar, para grabar en su mente todo lo que había pasado. ¿Volvería agozar tanto otra vez? ¿Y ahora, que sería lo próximo? ¿Qué puede superar esto?¿Por qué cuando se encuentra lo que uno busca, luego hay que perderlo? Verónicase internó en los solitarios callejones, pero con una enorme sonrisa en suslabios. Algo nuevo encontraría, algo diferente, Aún quedaba mucho paraexperimentar.

En su habitación,la criatura descansaba. Era agotador cada apareamiento, pero valía la pena.Pobres e inocentes hembras humanas. Cada vez era más difícil que vinieranhembras, desde que el estúpido gobierno terráqueo prohibiera cualquiercontacto. Tuvo que matar a esa hembra, por un desliz leyó su mente, notó que sugozo no era sexual, sino porque había inseminado a una hembra y que pronto,cuando nacieran sus hijos, empezaría la colonización de este planeta.


4 comentarios:

  1. Fue bastante peculiar la manera en la que has llevado la historia, el final puede responder muy bien el porqué de una de esas preguntas. ¿Sabes? lo interesante de la literatura erótica es que no sea tan explícito... y respecto a eso del gato, es cierto, me parece que no seré muy acertada en mi comentario, pues necesito procesarlo, sin embargo, si nos ponemos a ver la personalidad de Verónica, creo que ella era un gato jaja.

    Para la proxima, Alex... no te detengas y envíalo.

    ResponderEliminar
  2. Es que hay quienes le dan cariño a sus animales, pero buscan su cuota de deseo con cualquier extraño. Es una forma de compensar, supongo xD.

    Y si señorita, para la próxima, lo haré ;)

    ResponderEliminar
  3. Es cierto, pero fijate, es donde no se entiende ese tipo de actitud, es muy fría, pues cuando ves que alguien trata bien a un animal, te puedes dar cuenta de la grandeza que tiene, pero claro, no siempre es así haha, yo siempre me salgo del tema, o digo cosas que al parecer no tienen tanto sentido, pero es que lo expreso por afinidad a según que cosas jaja en el escrito.

    ResponderEliminar
  4. JUAJUA.... COMO SOY CLIENTE DE ESTE ESPACIO.... VOY A DECIR MI VERDAD... ESTA CHIFO SABER ESCRIBIR, LOS ADMIRO, Y JOVEN MAGNO, CON ESTO ME HE DADO CUENTA QUE SOY MUY MALLLLLLLL LECTOR XD,TENGO QUE ACLARAR QUE ME GUSTAN BASTANTE LOS COMICS LA NETA,QUIZA MI CEREBELO NO DA PARA MAS JUAJUA.... PERO VOY A RECONOCER QUE ME INTRIGAN Y ME ENCANTAN LOS ESCRITOS QUE LLEVAN PASION, QUIZA POR MI HUEVA DE SER UN MAL LECTOR NO NOTE ALGO DE PASION EN TU ESCRITO..... PERO ESO ES COMO YO LO SENTI.... Y LA NETA DEL PLANETA JAJA YO SOY UN ANIMAL, ASI QUE NO ME HAGAS TANTO CASO.....

    CAMBIO Y FUERA!

    ResponderEliminar

Conta