sábado, 16 de agosto de 2014

Bird Gerhl... I remember You



Siempre que alguien abandona este mundo físico, muchos decimos "que buena persona era" y hoy sinceramente puedo afirmar eso de ti porque todo el tiempo lo proyectabas, y me duele porque ya no podremos disfrutar de cosas que venían por delante y que me hubiera gustado que tu fueras parte, y dentro de toda esa tristeza, me viene la alegría porque nos elegiste como a una segunda familia, porque fuiste un ángel y compartiste tanto con nosotros. Eras un gran amigo, no sólo de mi hermano sino que te convertiste para mi en un hermano y aunque ya no te puedan ver mis ojos, ni pueda escuchar tu voz al comentar alguna película que te había impactado o de la música tan buena que hace Bjork, ver tu llamada perdida para hacer un plan y salir a comer los domingos y reír por algúna tontería dicha o hecha por Felipe... Carlitos, yo contigo me sentía especial y consentida y deseo quedarme con la ternura de tu ser, con el recuerdo vivo de tu sonrisa en mi corazón y con el gran detalle de haberme visitado en todos mi cumpleaños y sentir tu abrazo.

Y aunque no pueda entender el por qué las personas que queremos se tienen que ir... llegará algún día que pueda encontrarme con mi mamá y contigo, sostener sus manos, emprender el vuelo y sentir el aire... pero hoy las lagrimas duelen, nos visitarán a diario y contaremos cada día con el recuerdo hasta ese momento.

Creeme que estoy demasiado triste y afectada, pero pude verte feliz y emocionado, bailando y disfrutando de la música, y con tu cara de harto cuando fuimos a una "cantina" jaja de malamuerte a ver cantar a una señora que no nos gustaba y fuimos los más divertidos de la noche, mucho lo hacíamos criticando a otros ajaja, o la vergüenza de "robarnos" esos cristalitos olvidados en la mesa yo disimulando con la copa en mano y tu sudando y tanto te gustaban los chilaquiles que preparaba que casi siempre me preguntabas, Reyna, ¿que les pusiste?, de verdad fue un honor compartir la comida contigo, la música y todo contigo! te quiero y me acordaré mucho de ti.

Y aunque todo pasó de sorpresa, pensaba que podríamos vernos de nuevo, yo quería volverte a ver, y hasta hoy, no podía salir del shock, pude darte el último adiós... y me rompió, fue duro porque no lo podía creer. Yo te agradezco todo, desde tu mirada, tus manos y tu cariño. Cuidaré como un gran tesoro los aretitos y collar negros que tanto me gustaron y escucharé en tu honor el disco de Bjork que me regalaste.




Qué bueno sería retroceder el tiempo para volver a oír tus carcajadas y gritos que dabas junto a mi hermano al ver Eurovisión y alegrarme por tu buen sentido del humor, lo práctico y realista que eras, pero como dijo el Sacerdote, hay que tomarlo como una lección porque todos iremos hacia ese lugar tarde o temprano y mientras debemos intentar de la mejor manera vivir a través de nuestras buenas acciones. Y es cierto, por eso te admiraré por siempre y recordaré que no te faltó nada por hacer, que viviste bien y alegre, hiciste lo que quisiste sin afectar a nadie, no te complicaste, fuiste auténtico y estuviste lleno de amor para dar y recibir... Dejaste una huella imborrable en mi corazón!!! Gracias por llegar a nuestra vida, la hiciste mucho mejor y tendré la sensación cada día de que alguien más allá arriba me cuidará. 

Vuela Carlos!, ya puedes volar! ve al cielo y dile a mi mamá que la extraño.

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