Mujeres
hermosas sobran en este mundo. Solo hay que echarle un vistazo a las calles de
nuestras ciudades para darse cuenta que no miento en lo mas mínimo; de todas
las formas, de todos los estilos, el mundo esta lleno de ellas. Mujeres
talentosas, a su vez, se consiguen por montón también. Da igual el campo de
trabajo o de estudio al cual te fijes, siempre conseguirás mujeres capaces de
hacer grandes cosas y de llevar sus talentos a buenos puertos y expandir la
forma en que vemos o hacemos las cosas.
Pero,
¿y las mujeres elegantes? Siempre hemos considerado a una mujer como elegante
solo basándonos en su forma de vestir, de allí que siempre los grandes iconos
de la elegancia femenina sean modelos o diseñadoras o cualquier mujer que este
estrechamente ligada al mundo del fashion. Sin embargo, lo que yo considero
elegancia va mas allá de lo que uses, o de como lo uses. La elegancia es una cuestión
de actitud, de ofrecer siempre una estampa señorial, de transmitir sensualidad
sin resultar obvia, de inspirar respeto y admiración sin imponerse sobre nadie;
en fin, de ser una fuerza capaz de capturar todas las miradas sin necesidad de
andar por la vida como una adicta a la atención.
¿Y a
que se debe todo este preámbulo sobre la elegancia? Se preguntaran, y la razón es que aunque
seguramente en los diversos campos de la vida deben existir mujeres que entren
en esa descripción personal de la elegancia, en la música la cosa cambia. Hay muchísimas
mujeres talentosas, cantidades y cantidades de mujeres hermosas, pero me cuesta
conseguir mujeres elegantes, más aun mujeres que cumplan con esas tres
cualidades de belleza, talento y elegancia.
Es allí
donde llega la señorita Jessie Ware, inglesa (cuando no sino Inglaterra) que
viene a canalizar toda la elegancia musical de una vieja conocida por todo buen
melómano, la señorita Sade, en un álbum (Devotion 2012) lleno de esa belleza
musical y lírica que tanta falta le vine
haciendo a la movida musical actual, especialmente entre las voces femeninas,
donde proliferan las niñas lindas, algunas de las cuales muy talentosas, otras
no tanto, pero que todas comparten un común denominador: ninguna le aporta
elegancia a la música.
Le
viene bien a la música que el pop soul y el R&B estén poco a poco
infectando los demás estilos mas populares, y le hace bien a todos que
señoritas como Jessie Ware intenten ofrecernos algo distinto a lo acostumbrado,
por mas que sea fuertemente inspirado de la movida revival ochentera que desde
hace rato ha tomado a la música en general. En fin, aquí los dejo con mi canción
favorita de su altamente recomendado álbum. Disfrútenla.
Igual ando perdida pero por un pelito en la voz ha recordado a florence and the machine, (aunque no es nada "elegante") pero ya sabes que luego digo esto por decir...
ResponderEliminarFijate que concuerdo contigo con lo de las mujeres elegantes, eso me parece que ya es de naturaleza, hay personas que incluso no necesitan ponerse ropa de marca, ni nada "costoso" para parecer elegantes, sí es más de actitud, es como ser "sexy", que algunas personas pretenden serlo y caen en la vulgaridad...
Y Sade, además de elegancia, sí que es sensual!
Tienes toda la razón señorita. La elegancia y la sensualidad no se ganan o se pierden cada vez q te pones (o te quitas) la ropa. Ambas son cuestión de actitud.
ResponderEliminarY Jessie tiene "cierto" parecido en su voz con Florence Welch, pero musicalmente no se parecen en mucho xD